lunes, 21 de enero de 2013

Se te ha olvidado cuánto me quisiste.
Yo no paro de recordar aquella mañana de risas entre las sábanas.
Y cómo contaste los lunares de mis brazos y besabas los de mi espalda.

Decías que tenías un problema con la memoria porque lo olvidabas todo. Yo también tengo otro problema de memoria: recuerdo todo, incluso aquello que creí haber olvidado.

6 comentarios:

Soraya Bruxa Moura 21 de enero de 2013, 13:38  

la memoria, la falta de mala memoria

Nacho Sánchez 21 de enero de 2013, 14:04  

Polos opuestos que se atraen...
una noche más.

Noelia 21 de enero de 2013, 19:49  

Ambos casos iguales de puñeteros, porque si lo pienso en caliente diría que prefiero el segundo caso, ya que no me imagino no poder recordar absolutamente nada...
me encanto el texto porque transmite amor por todos los costados

Diane Ross 21 de enero de 2013, 20:29  

A veces te despiertas y recuerdas algo que creías dormido. Y todo vuelve a caer.

(es un placer leerte)

Ardid 21 de enero de 2013, 23:17  

Suele pasar :(

Nerea Delgado 22 de enero de 2013, 15:10  

Los lunares... Siempre tan enamoradizos.