viernes, 30 de marzo de 2012

Primer balance de mi vida en Madrid.

Han pasado ya dos meses y diez días desde que pisé tierras madrileñas con la intención de quedarme. Bien, hagamos balance de las cosas que me han ocurrido:

- Me he enamorado más de esta ciudad. Cada día encuentro un sitio nuevo. Se me coge un pellizco en el estómago cada vez que estoy en Gran Vía y pienso que estoy cumpliendo mi sueño.
- He crecido. He madurado. Ya no está mamá para hacer de comer, o lavar la ropa, o limpiar la casa. Ya tengo que hacerlo yo.
- He saboreado la independencia. Con sus pros y sus contras.
- Estoy valorando todo lo bueno que me daba Málaga y que no veía estando allí.
- He averiguado quién está y quién no.
- He encontrado trabajo. En una agencia de publicidad. En plena crisis.
- He comprobado que no era imposible que mi corazón volviese a latir por alguien. Aunque la historia, finalmente, no haya salido bien. No importa. Le agradeceré eternamente que, después de tanto tiempo sin sentir nada por nadie, haya conseguido producir esta hecatombe.

Y la lucha sigue. Pero en Madrid. Porque en octubre dije "la próxima vez que vuelva, será para quedarme". Y yo cumplo mi palabra.

Gracias, Madrid.

3 comentarios:

Ardid 30 de marzo de 2012, 22:24  

Bienvenida a la independencia y toca seguir avanzando. ;)

Duna Loves 30 de marzo de 2012, 23:34  

por aquí el mar ya no es el mismo... :)

Pedro R. 9 de abril de 2012, 13:10  

Madrid es todo y es nada (o la nada). Madrid es Madrid dentro, no en sus perfiles angulosos y grises. Siempre te quedará el Sur que calienta tus sentimientos. Si recuerdas, ahora que estás, desmitifícalo. Devóralo. Disfruta se bella fealdad.