martes, 11 de enero de 2011

No sé cuántos aviones has tenido que perder para empezar a ganar nubes y estrellas. No sé cuántos dejaste en el camino para sentarte en esta estación a esperar a que llegue mi tren. Lo que sí sé es que ese día aprendiste que en un mismo día puedes descomponerte en millones de pedazos y, cinco minutos más tarde, creer que te mueres de felicidad.

Sabes que desde el mismo momento que te sonreí, ya había ganado la partida.

11 comentarios:

Anónimo 11 de enero de 2011, 16:11  

...cuanta verdad hay en estas palabras... buena reflexión.....
¿somos contradictorios o incoherentes?..no lo sé, lo que si somos es tozudos...

Besos reflexivos de una perdedora de besos, desde el anden

Ardid 11 de enero de 2011, 17:49  

Es increíble como en una fracción de segundo podemos pasar de la tristeza a la alegría. Buena entrada.

Sergio DS 11 de enero de 2011, 21:31  

Si no tuviéramos esa capacidad innata (que no inmediata) de adaptación, acabaríamos extinguiéndonos en un suspiro, víctima de nuestros propios miedos.
La vida nos obliga a reconstruirnos a diario.
...creo

Princesa Guerrera 11 de enero de 2011, 22:19  

Aveces es bueno saber sin ufanarse, con calma y con humildad que se empieza la partida de ajedrez y en un mate pastor todo habrá terminado.

Unknown 12 de enero de 2011, 1:37  

Cierto, porque en un mismo instante dos emociones se rozan en el cruce de miradas ;)
increíble como siempre.

La Ovejita Negra 12 de enero de 2011, 17:22  

Buceando entre blogs... Me topé con el tuyo.
Me he sentido así, mas de un millón de veces... como te hace en mil pedazos, y después sonríes porque te has dado cuenta que todo dolor tiene una misión de aprendizaje.

Un Abrazo!

Seguiré zambulléndome entre tus letras.

... y me cogía la cabeza y la metía en su jersey. 12 de enero de 2011, 18:12  

jo, no sé a quien habrás sonreído, pero ya me lo podías haber hecho a mi, porque soy experta en perder trenes y algún que otro avión (literal) :P

jositha 13 de enero de 2011, 4:49  

muy cierto lo que escribes, pasamos de un estado a otro en un instante, pero es maravilloso cuando una persona especial te hace sonreír
saludos y te sigo ♥

Calamidad. 13 de enero de 2011, 14:52  

Las sonrisas ganas, sin duda, batallas más complicadas que las balas. Y mñas deprisa!

N 13 de enero de 2011, 15:39  

Malabarismos de las emociones...

Y MARIELA SIN PARAGUAS 13 de enero de 2011, 17:05  

Experta como soy en que se me acabe el mundo por un ataque e ira, muchas veces precedido de otro de celos y siempre culminado por una paz y felicitad inmensas...solo decirte que llegas. Y que enhorabuena por la sonrisa, seguro que es muy especial.