me llaman octubre

Sí, lo sé.
Siempre invado tu lado de la cama y ya no está fresquita cuando tú llegas.
Tardo demasiado en ducharme y te dejo sin agua caliente.
Pago contigo mis malos despertares.
Me enfado por tonterías y hago un mundo de cada cosa.
Sólo sé hacer ensaladas y pasta con tomate y atún.
No soy cariñosa y, a veces, me agobian todos esos abrazos que me das.
Sí, sé que mi carácter me pierde. Y que siempre pongo la música demasiado alta.
Sé que a veces he tenido la necesidad de huir. Y sé que nunca te he llevado a esa cafetería de la que tanto te hablo.
Sé todo eso. Pero también sé que nunca he sido tan feliz con alguien como lo estoy siendo contigo. Y aunque a veces nos separen un puñado de kilómetros, no hay dos puntos en la tierra que estén tan unidos como lo estamos nosotros. Ni siquiera los Polos.