jueves, 7 de enero de 2010

Echo de menos entrar en nuestro bar (aquel de las paredes rojas y las lámparas verdes) llenándolo todo con mis carcajadas. Sí, se me caían a borbotones. Y una sonrisa tonta cosida a mi cara, que me comía. Lo echo de menos. Echo de menos sentir que entraba en aquel irónico lugar lleno de miradas recientes, miradas nuevas, que de repente nos miraban como si por fin hubieran encontrado a Wally.
Quizás por eso (porque empiezo a echar(te) de menos) escribo espirales para que aparezcas como un recuerdo cada vez que yo quiera (o lo necesite, como ahora). Y regalarte palabras, que aunque no sean las más bonitas, son las más especiales que te puedo dar esta noche.

Siempre me gustó el pronombre nos porque viene acompañado de un nos(otros).

4 comentarios:

galmar 7 de enero de 2010, 1:15  

Me gusta como se dice en inglés: i miss you, supongo que porque no produce tanto vacío como una hache, que ni siquiera va con echar :) un beso!

JP 7 de enero de 2010, 13:12  

...escribo espirales para que aparezcas!!!
por fin he encontrado significado a muchos de mis comportamientos.

Besos guapisima!!!!

Selenita 7 de enero de 2010, 15:29  

"Y regalarte palabras, que aunque no sean las más bonitas son las más especiales"
Las palabras son eternas y son el mejor regalo que le podemos hacer a alguien.
Me gusta tu blog!
Un beso

Anabel 7 de enero de 2010, 18:59  

Precioso!
Echar de menos a alguien es el sentimiento más cruel... aunque si se alguien acaba por aparecer todo merecerá la pena!
Me encanta como escribes!