martes, 27 de octubre de 2009


Miro hacia fuera y es de noche. Las farolas alumbran la calle, son la luz de esta noche. La gente camina en un tremendo caos perfectamente organizado. Y es como si la música de sus pensamientos saliera de sus mentes para poner banda sonora a esta locura sin nombre. Mi reflejo está en el cristal de la ventana. Mis ojos, mi nariz, mi boca.
Vuelvo a mirar hacia fuera y ahora no veo nada. No veo ni el silencio. Ya no están las estrellas en el cielo pese a que cada vez la noche es más oscura. Por no estar, no estás tú.

Y si no salgo a buscarte es porque sé que corro el riesgo de encontrarte. Ya no hay risas que se esconden en las comisuras de mis labios. Ya no hay vacío esperando a ser llenado. Ya no hay besos que juegan con mi calma. Ya no hay nada.

11 comentarios:

Pedro R. 27 de octubre de 2009, 16:16  

Todo se disipa, todo desaparece, evaporado, humo, polvo, nada. Nada cotidiana, nada que lo es todo. Nada excepto el lunar sobre tu labio, tras el velo. Veladura de la nada. No veo -no quiero- el resto. Sólo lo sueño... Te dejaré estar en mis sueños si yo puedo estar en los tuyos.

Beso

Ignacio J. Rivas 27 de octubre de 2009, 17:24  

Algo queda! no seas negativa....queda su recuerdo! Y enfocarlo de forma positiva es el mejor regalo. Saludos!

Dara 27 de octubre de 2009, 17:27  

Siempre hay algo, solo que a veces la oscuridad de la noche no deja verlo.


miau
de
caramelo
de
menta

Luna Roi 27 de octubre de 2009, 18:53  

Hermana: ese velo me desvela. Sigo la línea imaginaria lunar, comisura, barbilla, cabello y... no duermo. Te tengo por descubrir (me falta confianza).

Beso

coloresdepapel 27 de octubre de 2009, 19:17  

después, en la nada, es donde mejor se muerde el agua y se desabrochan los corchetes de la piel muerta y animal.

He de decirte, con retraso, que bienvenida de nuevo. =)

Tamara 27 de octubre de 2009, 22:20  

Paseando por los blog encontré el tuyo, me gusto la música que tienes en el..son perfectos para acompañar la lectura de tus letras...
no pude resistir el comentarlo.

SALUDOS

Chrístopher Talot 28 de octubre de 2009, 0:02  

Los espacios vacíos son los más
reconfortantes, pues donde no queda
NADA cualquier cosa lo puede llenar.

Hasta el más mínimo detalle consigue
hacernos sonreír.

eliú 1 de noviembre de 2009, 5:08  

"...cantar es disparar contra el olvido
vivir sin ti es dormir en la estación..."

ya no hay nada.

Shivá 20 de noviembre de 2009, 22:38  

hacía tiempo que no pasaba por aquí...me encanta.

Luna Roi 23 de noviembre de 2009, 23:34  

Pereza, o abandono? (tal vez optimismo)

Un beso,

L.

Claudia 25 de noviembre de 2009, 16:10  

Que un árbol no te deje ver el bosque ;)