domingo, 2 de agosto de 2009


Porque siempre termino enseñando mis cartas antes de tiempo. Y de este modo siempre consigues ganarme a este juego. Mientras te observo lleno la habitación de mis besos rotos y dejo que las manecillas del reloj me alcancen. Porque sólo a los cobardes les persigue el tiempo. Sigo preguntándome dónde dejé el amor y, al mirar al suelo, lo descubro en las suelas de mis zapatos. Pero me siento incapaz de agacharme para recogerlo.
Se me congela la sonrisa y me sorprendo tiritando. De repente mi bañera se ha llenado de escarcha (que se me antojan como icebergs) que se escurre por tu desagüe.
El semáforo está en rojo. Y me imagino que apareces por la esquina para cruzar la calle que nos separa.

13 comentarios:

Djuna 2 de agosto de 2009, 23:45  

y no hay mejor forma de hablarle a la casualidad mirandola a los ojos, con la epidermis llena de agujeros y una capa de hielo bajo los labios.

R. 3 de agosto de 2009, 0:02  

A veces hay que jugarse la vida, o la muerte, y saltarse un semáforo en rojo, ó 2, ó 3 y ver qué pasa. Dar un paso al frente, y jugársela.

Yo es que soy muy impaciente. Y si me come la duda, o la nostalgia, me convierto en un kamikaze (enamorado).



Así me va...

Besotes. Gran texto, y gran párrafo final, octubre.

Mariona 3 de agosto de 2009, 0:10  

toda mi puta vida han sido semáforos en rojo...



ahora solo quiero verde verde verde

Chica Regaliz 3 de agosto de 2009, 0:54  

a veces aunque los semaforos se pongan en verde seguimos esperando...

jorge 3 de agosto de 2009, 2:25  

idiotas somos cuando miramos demasiado a ambos lados, antes de cruzar la calle

aunque nos puedan hacer daño, la indemnizacion esta asegurada, sobretodo si alguien coje la matricula, y el juego de crear palabras con las letras de estas, nos puede entrenar a arriesgarnos ante tal tarea

juguemos, ¿no?

inmensosvacios 3 de agosto de 2009, 2:44  

Alguna vez mostré todas mis cartas antes de tiempo y por ello perdí. Y perdí demasiado.

Ahora intento no mostrar nada. Ir con cuidado y saltarme los justos y necesarios semáforos en rojo para que la vida sea llevadera. :)

Espérame en Siberia 3 de agosto de 2009, 4:13  

Justo porque es muy peligroso eso de jugar con cartas, yo hace mucho que no lo hago. Con nadie.
Pero ahora que tocas el tema de los semáforos, creo que muchos nos vivimos esperando que cambie de amarillo a verde, ¡y nada!

Un abrazo.

Pedro R. 3 de agosto de 2009, 9:50  

"Y todos los hombres matan lo que aman... algunos lo hacen con una mirada amarga, el cobarde lo hace con un beso, el valiente con una espada", dijo Wilde. Si reconozco el lunar sobre tu labio, no hay luces rojas.

No me creo la escarcha en tu bañera, imposible tu sonrisa congelada. Toda calidez de un otoño que ya se empieza a vislumbrar lejos en luces atenuadas.

Un beso fuerte. Hasta pronto.

Galia 3 de agosto de 2009, 11:11  

En primer lugar, decirte que me encanta la cabecera de tu blog. Le da todo un estilazo.

En cuanto al escrito, me ha gustado mucho. Breve, conciso, enternecedor. Sin parafernalia innecesaria, con las palabras precisas para emocionar al lector.

Seguiré viniendo por aquí.

Seguiré ruzando en rojo los semáforos.

Un beso,

Galia.

Violetcarsons 3 de agosto de 2009, 13:09  

Y tú quieres que cruce la calle que os separa?

Violetcarsons.

Chrístopher Talot 3 de agosto de 2009, 14:46  

Como siempre, corto pero intenso.
Me encantan tus escritos.

Un beso de alguien
que siempre enseña
demasiado pronto sus
cartas.

emedemendy 3 de agosto de 2009, 21:30  

Esas cartas que son enseñadas antes de tiempo, esa esquina que los espera ha de ser magica :)
un beso enormeee :*

eliú 8 de agosto de 2009, 17:18  

Adicto a cruzar en rojo.