jueves, 30 de julio de 2009
Me enseñaste a dibujar partes meteorológicos en las palmas de tus manos, en el lóbulo de tu oreja izquierda y al final de tu espalda. Dibujé soles, nubes, marejadas, claros, truenos, lloviznas, vientos del sur y del norte para terminar en lluvias en forma de nieve (blanca. Muy blanca). Pero tú sólo querías que dibujara tormentas de verano. Y quedarte dormido allí hasta que un nuevo relámpago te despertara de tu letargo.
Ya no sé si eras tú lo que tanto echaba de menos.
13 comentarios:
Respeto los silencios. Y me sobresaltan las tormentas. Pero el olor de la tierra mojada me reconforta en este páramo calcinado y sin palabras. La luz del rayo deja ver bien la verdadera expresión del rostro ante la sorpresa. Yo ya soy responsable ante el espejo del mío, y no siento miedo del fuego. Como me gusta deslizarme apaciblemente a lo largo del tiempo. No, no eras sólo un oasis en mitad del desierto; una estación con parada, no un fin de trayecto.
'Ma pauvre musa, hélas! Qu'as-tu donc ce matin?'
Echaba y echo de menos tus palabras interrumpidas. Silencios... ¿o punto final?
De cualquier modo, un beso siempre.
Sé lo que es tener esa última duda. Y al final terminas resolviéndola. A veces el resultado no es lo que teníamos planeado al inicio, pero estas cosas son así. Siempre un misterio.
Qué bueno es volver a leerte.
Un abrazo :)
odio las tormaentas de verano, muy intensas pero q siempre hacen daño y duran poco
igual q esas relaciones
besos
Quizá solo era añoranza de los partes meteorológicos dibujados al final de su espalda. O simplemente el deseo de una tormenta de verano.
Un saludo :)
Davi tienes una nueva seguidora :)
Sabes que soy fan tuya.. jajaja
un besito
Es que las tormentas de verano son magia. Normal que fueran sus favoritas.
miau amarillo submarino
Dibujar mundos en la piel del otro.
Mer
Las tormentas de verano están bien, pero prefiero la lluvia intermitente del otoño, o del invierno. Y empaparme toda la vida, y no una noche solo.
Besos
Exacto. Quizás por eso me llaman Octubre... por las lluvias del otoño.
lo ultimo fue un cuchillo sin dirección pero con desiertos evaporados.
precioso texto!
"...Ya no sé si eras tú lo que tanto echaba de menos..."
idem.
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