miércoles, 27 de mayo de 2009

Y lo mejor de las pisadas sin ton ni son al corazón es que al final aprendes a sonreír a marchas forzadas y de forma simultanea.

Y pese a que no sabes lo que quieres, comienzas a comprender aquello que no deseas.

2 comentarios:

Vanille Galaxy 27 de mayo de 2009, 19:04  

Y es que si no aprendemos a golpes es difícil aprender de otra forma. Que la experiencia se gana en los malos momentos (y en los buenos, aunque nunca se diga).

Un saludo :)

Espérame en Siberia 28 de mayo de 2009, 4:15  

¡Exacto! Uno debe aprender lo que No quiere o No necesita. Porque nadie sabe bien lo que sí quiere, eso es un mito.

Un abrazo :)