sábado, 30 de mayo de 2009

Voy a poner mi mundo al revés para que todas las promesas que me hiciste y guardé en mis bolsillos se despeguen de mi vida. No quiero más promesas vacías de contenido y sentimiento. Ya no dejo que la palabrería derrumbe mi muralla.

Durante todo este tiempo has sido como un imán. Y he esperado cada noche que te enredaras (otra vez) entre mi cuerpo. Te encuentro entre las esquinas del silencio. Y tus manos ya no me pertenecen.

No vuelvas a prometerme el cielo cuando ni siquiera puedes regalarme un suspiro.

5 comentarios:

Anónimo 30 de mayo de 2009, 18:36  

Y es que al final, las problemas sin acciones que las acompañen no valen nada.

Un abrazo cargado de energía = )

Florecita 31 de mayo de 2009, 0:29  

Las palabras pierden validez cuando no se demuestran, las promesas vacías sin sentido hay dejarlas marchar...aunq muchas veces duela horrores...

me encantó tu forma de expresarte!
te sigo =)

un besito de fresa

rOo RAMONE 31 de mayo de 2009, 1:28  

ni siquiera un nube algodonosa.

SERGIO HERNANDO 31 de mayo de 2009, 2:05  

que complicado esesto del amor......solo nos queda aprender de lo vivido.
me encanta tu sitio.
besos

Espérame en Siberia 31 de mayo de 2009, 4:05  

Es que eso tienen las promesas: son peligrosísimas. Habría que comprometerse, mas no prometer. Qué sé yo.

Muá.