sábado, 30 de mayo de 2009
Voy a poner mi mundo al revés para que todas las promesas que me hiciste y guardé en mis bolsillos se despeguen de mi vida. No quiero más promesas vacías de contenido y sentimiento. Ya no dejo que la palabrería derrumbe mi muralla.
Durante todo este tiempo has sido como un imán. Y he esperado cada noche que te enredaras (otra vez) entre mi cuerpo. Te encuentro entre las esquinas del silencio. Y tus manos ya no me pertenecen.
No vuelvas a prometerme el cielo cuando ni siquiera puedes regalarme un suspiro.
5 comentarios:
Y es que al final, las problemas sin acciones que las acompañen no valen nada.
Un abrazo cargado de energía = )
Las palabras pierden validez cuando no se demuestran, las promesas vacías sin sentido hay dejarlas marchar...aunq muchas veces duela horrores...
me encantó tu forma de expresarte!
te sigo =)
un besito de fresa
ni siquiera un nube algodonosa.
que complicado esesto del amor......solo nos queda aprender de lo vivido.
me encanta tu sitio.
besos
Es que eso tienen las promesas: son peligrosísimas. Habría que comprometerse, mas no prometer. Qué sé yo.
Muá.
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