jueves, 8 de agosto de 2013

"Tiempo, que no entiende de deseos que no sabe lo que siento, que corre tan rápido cuando te tengo y cuando te marchas se vuelve tan lento. Y es difícil ser paciente y es tan fácil no estar cuerdo... y esperarte mientras busco aquello en qué matar mi tiempo".


Que las horas pasan lentas, como si las manecillas pesaran tres kilos cada una. Que no veo el momento de volver a dormirme entre sus brazos, de volver a poner mis pies en su espalda (hogar es aquel sitio donde poner tus pies...), de besarle para que se pare el mundo, de comerme sus ojos de chocolate, de escuchar su risa y perderme en su sonrisa. Tiempo, tiempo, tiempo... 

Quién iba a decirme a mí, la reina de las maniobras de escapismo, la soberana del agobio si veo a una misma persona dos días seguidos... quién iba a decirme a mí que necesitaría sus caricias para poder respirar tranquilamente.

Ya sólo quedan 24 horas.

2 comentarios:

Agridulcemiel 9 de agosto de 2013, 4:53  

A todos nos llega la hora. Ah disfrutarla no mas (:

Noelia 9 de agosto de 2013, 16:28  

Y quien te diría a ti que ahora mismo ahí, en lo que más temías encontrar residía uno de los mayores regalos que la vida te guardaba ;) Disfruta de lo maravilloso que se siente estar enamorada y crear un mundo de dos y uno a la vez ;)