sábado, 20 de noviembre de 2010

Te prometo, pequeño saltamontes, que cogería el primer vuelo que salga de Málaga a vetetúasaberdónde y me alejaba de ti unos cuantos centímetros en un mapa impreso y más de doce horas en avión. Pero la realidad del asunto es que las terminales poco entienden de sentimientos, y si en un arrebato de locura te diera por buscarme es más que probable que el avión ya hubiera despegado. Yo sólo quería seguir descubriendo contigo canciones que me encogieran el estómago. Y nunca fui capaz de decírtelo... esta vez el arrepentimiento vendrá por no haberlo hecho. Seguiré imaginando cómo hubiera sido todo si...

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