lunes, 18 de octubre de 2010

- Pídeme que la deje y lo haré. Pero no sólo la dejaré a ella. Dejaré todo lo que tenga que ver con la vida que he vivido hasta ahora. Pídeme que lo haga, y lo haré.
 - Yo no puedo pedirte eso y nunca lo haré. Bastante carga lleva ya mi conciencia como para echarle también esto.

Fue la primera vez que habían hablado a solas. Siempre estaban con el resto de amigos, jugando a la wii, bebiendo cervezas o yendo a pasear en bici. Siempre en compañía. Dedicándose miradas a escondidas y palabras que no emitían sonidos. Aquel día, decidieron romper el silencio para averiguar que, a veces, los imposibles también existen.

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