jueves, 9 de septiembre de 2010



Hoy, como cada mañana, me he subido al tren y me he puesto en el mismo sitio de cada día. Me gusta ese sitio porque puedo ver la gente que sube y que baja. He visto a una chica, que se ha sentado frente a mí, con la mirada más triste que he visto nunca. He visto a una madre que llevaba a sus dos hijos al colegio y a un chaval con una rosa en la mano. He visto a varios chicos repasando libros de la universidad, a hombres trajeados que iban camino del trabajo y una señora mayor preparada para su clase de gimnasia. He visto a una adolescente llorar mientras leía una carta. Y a una mujer cepillarse el pelo y pintarse los labios.

He visto a muchas personas. Y tú no estabas entre ellas. Como cada mañana. Como siempre.

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