miércoles, 2 de junio de 2010

Te traeré toda la nieve que haga falta. Cada tarde merendaremos besos. Y café para dos cada mañana. Me fumaré la vida a tu lado. Buscaremos figuras raras en las nubes y tréboles de cuatro hojas. Contaré cada uno de tus lunares. Guardaré un poquito de magia en tus bolsillos cada noche. Te perderé en carreteras secundarias para encontrarte una vez más. Anudaré puntos suspensivos a tus dedos para que nunca falten. Te dejaré mensajes en el espejo. Me meteré contigo en la bañera y estiraré tu instante de felicidad hasta el infinito. Te llevaré de Madrid al cielo y te regalaré un paseo por las estrellas. Me esconderé en un pliegue de tu cuerpo y te regalaré escalofríos con sabor a lo que quieras.
Pondré mi octubre en tu orilla y volveré a recordar cómo se medía el tiempo en latidos si hace falta. Pero quédate una noche más... y susúrrame al oído que esta vez lo haremos realidad.

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