jueves, 22 de octubre de 2009
Tenía la mirada fija en su Coca-Cola matutina. Aún quedaban quince minutos para entrar a trabajar. La chica de vaqueros anchos y camiseta rosa que estaba a su lado pidió un café con leche. Con leche desnatada. Esto le llamó la atención y desvió la mirada de la Coca-Cola para ver su larga melena y su inmensa sonrisa.
Desde ese instante, la chica que pidió un café con leche desnatada se convirtió en algo similar a la Coca-Cola matutina o a su libro antes de ir a dormir: imprescindible.
9 comentarios:
Pues un café con leche desnatada, por favor.
:)
Inseparables. Imprescindibles.
:)
me gusta masla coca cola q el cafe....
Para mi el sol, es imprescindible
Todos tenemos detalles imprescindibles....
Al menos no era descafeinado. Ni light la Cocacola. Vamos dejándonos las esencias por los rincones...
Vaya, pues espero que lo sigan siendo si es para bien. Saludos.
La coca-cola se enamoró de la leche condensada.
Un beso MUYGRANDE :)
La chica y la chica, ¿sin ninguna cola?
Me mola...
Luna
Y es que para Martina, las cosas imprescindibles eran las menos pensadas.
¡miau!
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