jueves, 23 de junio de 2011
Todas esas cosas que me cuestan tanto hacer pienso quemarlas esta noche en la hoguera. Escribiré en un papel las promesas que se quedaron por cumplir, los recuerdos que no llegaron a serlos porque nunca ocurrieron, lo amargo de las no despedidas (sí, son más amargas que las despedidas a secas), las medias tintas y ese último abrazo que nunca llegué a darte. Hoy todo eso (y alguna cosa más) se convertirá en cenizas. Y... ¿notas eso? Hace viento.
9 comentarios:
Buena forma de empezar otra vez. Beijinhos.
Es mejor asi,esta noche es la ocasión
saludos
el fuego arrasa con todo lo que no se quiere...
el viento lo dispersa!
y lo que quedan son nuevos amaneceres!
El verano nos trae todo nuevo, aprovecha.
Un beso
Es triste hacer este tipo de cosas, pero en ciertos momentos se hace inevitable. Suerte!
Me alegra leerte otra vez.
Mejor no dar últimos abrazos; significa que habrá más.
Te sigo!
Me siento muy identificada con tu texto y estoy totalmente de acuerdo que las no despedidas son mucho peor que las despedidas, y lo son porque aunque se suponga que ya has dicho adios tu corazón aun no quiere irse, y lo peor de todo no puede, lo que hace que siempre mantengas una pequeña esperanza a que esa despedida nunca se hubiese hecho
Que las cenizas recorran el mundo entero y todo lo quemado pueda vivir en alguien que lo quiera.
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